La idea de que algunos niños nacen con el instinto de ser líderes natos no es más que un mito. Toda persona que quiera ejercer un liderazgo efectivo y productivo sobre un grupo de individuos debe tener muy arraigados ciertos aspectos que te hacen ser un buen líder.
Estas características de buen líder pueden aprenderse a temprana edad y entrenarse hasta que la persona sabe cómo utilizarlas y ser un buen líder en distintas situaciones. Por supuesto, estos aspectos de liderazgo se pueden poner a prueba en los deportes. Las academias de fútbol son un lugar ideal para convertirse progresivamente en un gran líder de masas.
Además, estas conductas pueden ser afianzadas también con la ayuda de un psicólogo deportivo online que preste toda la ayuda profesional necesaria al joven. Así que por esto y mucho más, en este artículo se listan 5 características esenciales que todo buen líder debe tener para ejercer una influencia positiva en los demás.
1. Confianza en ti mismo
Todo líder debe construir su influencia sobre la seguridad y confianza que tenga en sus propias capacidades. Francisco Dao, líder de estrategia de INC.COM, dice lo siguiente sobre el tema:
“La confianza en ti mismo es fundamental para que el liderazgo crezca. Intentar enseñar sobre liderazgo sin haber construido antes tu propia confianza es como construir los cimientos de una casa con arena. Pueden tener una buena cobertura de pintura, pero siempre será inestable”.
En palabras más sencillas, los líderes son personas que son seguidas y nadie tendrá el interés de seguir a otro que siempre tenga dudas sobre sus habilidades.
De hecho, un líder es esa figura que hace que los demás se sientan capaces de dar lo mejor de sí y tomar buenas decisiones al estar a su cargo.
Sin embargo, es muy fácil decirle a otra persona que tenga confianza en sí mismo. Lo realmente difícil es enseñarle a los demás a cómo tener confianza y dejar atrás sus miedos para lograr sacar su mejor versión.
Cómo enseñar a tener confianza en ti mismo
Según el coach profesional Wayne Goldsmith, la confianza en ti mismo viene de una combinación de autoconvencimiento y evidencia que sirve para aumentar esta confianza. Cuando Goldsmith habla de autoconvencimiento se refiere a esa confianza que ganamos por nuestras experiencias pasadas. Por ejemplo, los niños empiezan a desarrollar esta característica alrededor de los 10 años, juntando varios hechos importantes que han vivido a temprana edad.
La mejor forma de impulsar este autoconvencimiento o autoconfianza es crear un entorno en el que las probabilidades de éxito para el niño sean altas. En otras palabras, para lograr que tu hijo crea en sí mismo debes asignarle metas que él pueda cumplir. Evita siempre ponerle objetivos que puedan terminar en un fracaso estrepitoso.
Un buen entorno para un niño es aquel en el que tenga desafíos que pongan a prueba su habilidad, pero que tenga la seguridad que podrá completarlos antes de frustrarse, para que así le dejó sensaciones positivas como resultado. Además, es importante que los padres se muestren orgullosos por los objetivos alcanzados y todo el trabajo que el niño ha puesto para lograrlo. Siempre debemos motivarlos con palabras como: ¡Bien hecho!, ¡Así se hace! y mucho más.
De hecho, es por esto que el deporte puede ayudar muchísimo al desarrollo de la confianza en un niño. Practicar semanalmente para mejorar algunas habilidades y aspectos técnicos y luego demostrar que puedes hacerlo en el terreno de juegos es solo una de las formas en las que el fútbol, en este caso, es capaz de construir una buena confianza en los niños.
Los entrenadores desde muy temprana edad enseñan a los futbolistas a tener confianza en sí mismos para poder sacar sus mejores jugadas en la cancha. Un jugador que no tenga confianza no tendrá el atrevimiento de regatear a un rival o tirar la línea del fuera de juego en un ataque peligroso. Así que si quieres que tu hijo mejore en temas de autoconvencimiento y confianza, una academia de fútbol podría contribuir muchísimo en ese tema.
Tips para enseñar autoconfianza
- Deja que tu niño haga cosas por sí mismo.
- Celebra su éxito después de cumplir metas por sus propios medios.
- Asigna objetivos a tus niños que puedan alcanzar.
2. Habilidad para tomar decisiones
Una de las cosas que todo líder debe hacer inevitablemente es tomar decisiones que marquen el rumbo.
Algunas decisiones pueden ser muy sencillas y personales; pero otras pueden ser tan importantes como para potenciar enormemente a otras personas o perjudicarles en su trabajo.
Es por ello que el líder debe tener una buena habilidad para tomar decisiones, barajando todas las opciones y consecuencias de una decisión antes de tomarla.
Los líderes exitosos no tienen miedo de tomar una decisión. Afrontan la situación sabiendo que tienen a su disposición todas las herramientas para analizar y seleccionar cuál será la mejor.
Este proceso ocurre muchísimo también en el fútbol. Los jugadores están sometidos a tomar decisiones constantemente en un partido, ¿será mejor un pase filtrado arriesgado o tocar atrás para reconstruir toda la jugada y buscar una mejor ocasión?
Preguntas de este estilo son respondidas por los futbolistas en cuestión de segundos y la toma correcta de ellas puede desembocar en una gran opción de gol que sirva para ganar el partido; o sino exactamente lo contrario, podría generar un error que provoque encajar un gol.
Jugar un deporte, en general, se basa en tomar decisiones en cada momento; por eso jugar a algún deporte desde temprana edad fomenta el crecimiento de la habilidad para tomar decisiones.
Cómo enseñar a tomar buenas decisiones
Ahora, si consigues que tu niño siga estos tips, lograrás que tome mejores decisiones en su vida diaria.
- Define el significado de la decisión a tomar. Deja claro si es un problema, un desafío o una oportunidad.
- Identifica el número de opciones que pueden ser tomadas alrededor de una decisión.
- Analiza los beneficios, riesgos, oportunidades y amenazas de cada opción.
- Elige, basándote en toda la información que has recolectado y analizado.
- Toma la decisión y comienza a ver sus consecuencias.
- Haz una revisión del impacto que ha causado la decisión tomada.
- Haz algunos cambios para revertir la decisión, de ser necesario.
3. Habilidades para comunicarse
Todo líder debe ser capaz de comunicarse de forma correcta con sus compañeros para transmitir de la mejor forma posible su mensaje y llenarlos de ímpetu y confianza.
Para esto es indispensable practicar tu habilidad para comunicarte con los demás. Los líderes deben ser capaces de expresar claramente sus pensamientos y sentimientos con el equipo.
Aunque esto no va solo de hablar, también hay que saber escuchar. También se debe escuchar atentamente las ideas y peticiones del resto de jugadores del equipo; es uno de los aspectos fundamentales para crear mejor química en el vestuario y un buen rollo que les permita jugar mejor.
Esta dinámica de comunicación y feedback fomenta la colaboración entre compañeros, fundamental para tener un equipo exitoso y trabajador.
También se debe dejar atrás esa imagen de que el líder debe ser una persona autoritaria para ganarse el respeto. Está demostrado que existen varias formas de liderar y una de las más efectivas es aquella que se basa en felicitar y halagar a los compañeros.
Cómo enseñar habilidades efectivas de comunicación
La mejor forma de enseñar habilidades de comunicación a un niño es siempre comunicándote con él y escuchando sus inquietudes.
Por ejemplo, puedes hacer que el niño participe en debates y discusiones, incluso si son temas en los que no tiene mucha idea. Allí verás cómo está su capacidad de articular palabras, comunicarse e hilar sus pensamientos para construir oraciones.
Del mismo modo, el niño irá practicando cómo representar esos pensamientos y conclusiones que tiene en palabras. La práctica hace al maestro y en la comunicación no es la excepción.
También puedes aplicar este concepto al deporte. Haz que tu niño te explique las cosas que ha aprendido en su última práctica en la academia de fútbol.
Pregúntale detalles sobre nuevos movimientos que haya aprendido o las interacciones que tuvo con sus compañeros durante el entrenamiento.
Las prácticas de fútbol pueden ser ideales para desarrollar las habilidades comunicativas de los niños. Al estar dentro de un grupo de niños, sentirá interés en comunicarse y expresarse con otros, entrenando así sus habilidades sociales.
Por supuesto, no le enseñes solamente a hablar. Enséñale que es importantísimo escuchar al otro en una conversación y que es una muestra de respeto que jamás debe faltar.
Y para terminar con este apartado, si ves que tu niño está teniendo problemas de comunicación o que está muy aislado de sus compañeros, no dudes en acudir a un psicólogo deportivo que pueda asesorarte para tratar el tema.
Tips para aprender a comunicarte
- Comunícate siempre con tu hijo y hazle participar en conversaciones y debates.
- Pídele que se exprese y te hable detalladamente sobre sus vivencias, ideas y más.
- Escucha siempre lo que tu hijo tiene que decir y respóndele adecuadamente.
4. Valentía
Según relatan en AboutLeaders.com, la valentía es ese sentimiento que nace dentro de ti y que te permite superar tus miedos, tomar riesgos e ir más allá de tus propios límites para alcanzar un objetivo.
La valentía es una de esas 5 características que todo buen líder de equipo debe tener por tres razones. La primera de ellas es que debes ser valiente para tomar riesgos, sabiendo que serás el responsable del fracaso o el éxito del equipo.
La segunda razón es que los líderes siempre son más criticados en sus fallos que alabados en sus aciertos.Por esto, necesitarás ser muy valiente para mantener un pensamiento positivo frente a los comentarios negativos.
Y tercero, los líderes necesitan ser valientes para cuestionar todo tipo de cosas. Un líder no puede dejarse llevar por tendencias negativas o ‘normalizar’ malos hábitos solo porque otros lo hacen; un líder debe siempre tener la valentía de ir contra la corriente cuando la situación lo amerita.
Cómo enseñar a un niño a ser valiente
Una forma muy efectiva de enseñar a los niños a ser valientes es despertar ese sentimiento natural que tienen dentro de ellos, aunque no lo sepan.
Debes ponerlos en situaciones de peligro en los que necesiten vencer ese miedo para salir adelante.
Por ejemplo, cuando tu hijo comienza a caminar, se tropezará y caerá varias veces hasta que domine por completo su cuerpo y camine balanceadamente.
Y no se les critica por caerse, al contrario, la idea es que lo siga intentando y tenga la valentía suficiente para levantarse todas las veces que haga falta.
La clave para hacerlos más valientes es que reconocerles su esfuerzos al intentarlo y nunca achacarle sus errores. Está bien puntualizar un error para intentar corregirlo, pero siempre desde una perspectiva de aprendizaje, jamás desde el regaño o la pura desaprobación.
A los niños se les debe impulsar a salir de su zona de confort para que puedan despertar su verdadero potencial y se atrevan a ser creativos, sociables y a ser ellos mismos sin temor a ser juzgados.
El fútbol ayuda muchísimo en este tema también, ya que los jugadores necesitan ser valientes para atreverse a hacer jugadas inesperadas que vulneren a la defensa rival.
Un jugador valiente es aquel que no teme dar ese pase filtrado o que no da ninguna pelota por perdida porque sabe que es capaz de llegar antes de que esta abandone el terreno de juego.
Además, la valentía es muy bien valorada por los entrenadores de fútbol en la actualidad. La intensidad dentro del terreno de juego es fundamental para cubrir espacios y hacer balance defensivo; pero la base de esto es que el jugador sea valiente para creerse capaz de hacer todas las tareas que se le asignen sobre el césped.
Y por supuesto, cuando el niño ve que es capaz de hacer lo que el entrenador de la academia le pidió; crecerá su autoconfianza y aumentará su valentía, convirtiéndose poco a poco en un líder muy completo. Sigue estos tips para ayudarlo aún más en este camino:
- Ayuda a tu hijo a descubrir su valentía natural, demostrándole que es capaz de superarse y hacer muchas cosas por sí mismo, sobre todo aquellas que pensaba que no podía hacer.
- Fomenta la valentía de tu hijo motivándolo tras sus fallos en lugar de criticarle. Enséñale a mejorar, pero sin señalarlo por sus errores.
5. Ética y valores bien marcados
Y por supuesto, la parte más importante de un líder exitoso es que sea una persona con valores de ética, moral y solidaridad muy bien marcados en su día a día. A las personas se les hace muy difícil confiar en alguien que no sea ejemplo para ellos, por eso el líder siempre debe ser alguien que apunte a la excelencia.
A la gente no le gustan los líderes que mienten o evaden situaciones complicadas, prefieren a las personas honestas que afrontan sus fallos y problemas siempre con la verdad por delante.
Es por eso que todo líder debe tener un fuerte sentido de responsabilidad, humildad e integridad.
Lógicamente, hay otros valores muy importantes también que se deben tener, pero estos tres son los pilares fundamentales que construirán tu relación de liderazgo sobre tus seguidores.
La responsabilidad es la madre de todos los valores
Los líderes son personas valientes que toman decisiones, ya eso está claro. Pero también deben ser responsables para asumir esas consecuencias y remar hacia adelante cuando los demás estén a punto de renunciar.
Un líder siempre debe aceptar con madurez y humildad (hablaremos de ello más adelante) todas las consecuencias de sus acciones; es la única forma de ser coherente y empático con el resto de miembros del equipo.
Por el contrario, si un líder solamente se encarga de culpar a los miembros del equipo tras un fracaso y empieza a señalar culpables individualmente lo único que logrará es que desconfíen de él y que se pierda por completo la química grupal.
En un equipo, ya sea de fútbol, baloncesto o de trabajo en una oficina, todos deben remar al mismo sitio. Y si uno se equivoca, todos asumen las consecuencias como grupo, con el fin de ayudarle a levantarse y que se sienta capaz de volver a su mejor nivel.
Ahora bien, para enseñarle a un niño a ser responsable es necesario que tenga claro que cada acción tiene consecuencias, buenas y malas.
Además, se le debe enseñar que nadie es perfecto y que todos los seres humanos cometen errores, incluso sus más grandes ídolos.
Es que hasta Lionel Messi o Cristiano Ronaldo se han equivocado fallando un penalti en un momento clave para sus carreras. Lo importante es que esto no los detuvo y pudieron llegar al olimpo del fútbol más adelante.
Así que puedes ponerle vídeos de grandes jugadores cometiendo fallos y luego levantando sus más grandes trofeos, así entenderán que todos cometen errores y lo importante que es levantarse todas las veces que sea necesario.
Por otro lado, esto también se puede enseñar en situaciones de la vida cotidiana. Por ejemplo, si llegas una hora tarde a tu trabajo, no le eches la culpa al tráfico o inventes cualquier excusa, acepta que no te preparaste correctamente para llegar a tiempo. Así tu hijo verá que tú también cometes errores y que no es algo catastrófico.
Recuerda que:
- Nadie es perfecto.
- Siempre debes asumir tus errores.
- Un error no es el fin del mundo.
La humildad, siempre hay que ser humilde, no importa qué
Otro de los valores que es indispensable para el éxito de un líder y de un deportista, en general, es la humildad.
“La verdadera humildad no es pensar que tú eres menos, es pensar menos en ti mismo”, así define la humildad el mentor estadounidense, Rick Warren.
La tarea del líder es enfatizar en que el éxito de un grupo no se debe a su persona solamente, sino al aporte de todos los miembros del equipo. De hecho, son los miembros del equipo los que se encargarán de aplaudir el trabajo del líder, si es que lo merece.
Cuando el líder es empático, se enfoca siempre en el grupo y no es egocéntrico ni autoritario; siempre tiene más probabilidades de crear un equipo solidario y confiable.
Según Lolly Daskal, experta en liderazgo, esta es la lista completa de beneficios de ser humilde para un líder:
- Lideran para servir.
- Tienen reservas de fuerzas interior.
- Admiten sus errores.
- Invitan a los demás a aportar sus ideas.
- Se conocen más a sí mismos.
- Son genuinos.
- Inspiran confianza a su entorno.
- Tratan a los demás con respeto.
- Entienden sus propias limitaciones y las de los demás.
- Son capaces de guiar el camino.
Integridad, hacer siempre lo correcto
Todo deportista debe ser íntegro si realmente quiere llegar al éxito teniendo el respeto de sus colegas de profesión, entrenadores y todos sus allegados.
El escritor británico C.S Lewis, famoso por ser el autor de Las Crónicas de Narnia, define a una persona íntegra como aquella que siempre hace lo correcto, incluso cuando nadie la está mirando.
La integridad es importantísima para un líder porque es ese valor el que le permite convertirse en un ejemplo para los demás.
En el deporte, en la gran mayoría de los casos, el capitán del equipo es la persona más íntegra y con más experiencia de todo el plantel, capaz de actuar con firmeza, valentía, pero también con educación ante las situaciones difíciles.
La integridad refleja confianza hacia los demás. Un líder íntegro siempre está seguro de que sus compañeros darán su palabra por cierta y que jamás pensarán que él llegaría a traicionarlos.
La lealtad y la confianza se construyen partiendo desde la integridad. Es por ello que es indispensable tener muy en claro lo importante que es ser íntegro en el día a día de un líder.
Lo más indicado para enseñarle sobre integridad a un niño es poner ejemplos en los que la honestidad y su importancia queden de manifiesto.
En situaciones de la vida diaria, sobre todo cuando una persona o el personaje de un cuento infantil miente, es importante siempre recalcar lo negativo que es eso y el efecto que causa en las otras personas.
Además, enséñale siempre a respetar las reglas. Por ejemplo, si un videojuego marca que solo puede ser jugado por mayores de 13 años, no permitas que tu hijo lo juegue si no ha llegado a ese límite de edad.
También, si tu hijo te llega contando que otro niño de su clase se ha copiado en un examen y no ha sido descubierto; enséñale que esas cosas no deben hacerse y que está muy mal a pesar de que no lo hayan visto, porque engañar a las otras personas está mal.
Estas pequeñas acciones de la vida diaria, que también se pueden llevar al plano deportivo, enseñan a los niños a ser más íntegros y empáticos con las otras personas.
Lamentablemente, el mundo del fútbol es muy competitivo y a muchos padres a veces se les olvida que son solo niños los que están jugando.
De nada sirve resaltar reiteradamente los aspectos negativos de otro compañero de equipo. Una persona íntegra siempre intenta mejorar y ayudar a los demás en sus propios procesos de mejora.
Y, por último, en cuanto a cómo enseñar a un niño a ser íntegro, la mejor clase se da con el ejemplo de sus padres y entrenadores, ya que él niño también imita patrones que vea en sus figuras de autoridad.
En conclusión, todo líder exitoso debe:
- Ser responsable para que los demás se sientan respaldados.
- Siempre ser humilde y reconocer los esfuerzos del equipo.
- Demostrar integridad y hacer lo correcto, incluso cuando no te están viendo.
- Aceptar sus errores, sin excusas.
- Dar siempre crédito al equipo por los éxitos.
- Ser honesto con sus compañeros.
El fútbol ayuda a construir grandes líderes
El deporte trae muchísimos beneficios a las personas más allá de simplemente mejorar su estado físico.
Además de ser ideal para mejorar las habilidades sociales de los niños y su comunicación con los demás, deportes como el fútbol también sirven para forjar a un líder desde temprana edad.
Para ser exitoso en el fútbol se deben tener muchos de los valores que todo líder debe tener para guiar a un grupo de personas; así que crecer dentro del ámbito deportivo permite que el niño aprenda rápidamente cómo debe comportarse un líder dentro y fuera del campo.
Tal y como se ha comentado en todo el artículo, el deporte se basa en tomar decisiones, ayudar a los compañeros y perseguir todos en equipo el mismo objetivo: ganar.
Y si se acompaña al crecimiento dentro del deporte por la asesoría de un psicólogo, el niño tendrá un entorno aún más favorable para crecer y desarrollarse como persona y como jugador.
Las academias de fútbol no solamente enseñan a jugar, también es su tarea crear profesionales íntegros que sean ejemplo para la sociedad y trabajadores en busca de sus sueños.
Así que si buscas que tu hijo se convierta en una persona de bien, capaz de liderar a un equipo hacia la gloria; no tienes más tiempo que perder.