Ya ha llegado la Navidad, la época de los regalos, donde los niños se convierten en protagonistas durante el día de Navidad o el de Reyes. Todos los pequeños reciben muchos juguetes de sus familias, abren una gran cantidad de nuevos muñecos y parece todo muy bonito. Pero recapitulemos un poco, quizá sea necesario recapacitar y pensar si durante todo el año no hemos parado de dar «premios» a nuestros hijos sin pensar nada en la consecuencias, solo en darles más y más juguetes, ya sea por capricho para solucionar algún problema puntual o por deseo.
Esta continua actitud de comprar y cumplir con todo lo que nuestros niños nos exigen ha provocado que en la comunidad psicóloga ya se hable de un término nuevo, el «síndrome del niño hiperregalado». Nos referimos a la actitud de un chico o chica que no valora lo que recibe, sólo quiere abrir más y más y recibir todo lo que se le pasa por la cabeza.
Para conocer un poco más cómo puede afectar el exceso de regalos en Navidad y durante todo el año, hemos hablado con varias psicólogas que han intentado dilucidar las consecuencias de regalar tantos objetos materiales a nuestros hijos. También propondremos una solución: regalarles una experiencia, como un campamento de futbol o un campamento de verano que les dé ilusión y que, además, les haga crecer como persona.
¿En qué consiste este síndrome del niño hiperregalado?
La palabra no deja lugar a duda y no es exactamente una enfermedad, para Úrsula Perona, psicóloga especializada en Psicología clínica infanto juvenil y colaboradora en Psicocode, el «síndrome del niño hiperregalado es una descripción de la realidad» debido a que considera que «hoy en día los niños tienen demasiado de todo y en Navidad se acentúa este hecho». La Navidad no es sólo el ámbito donde podemos ver a niños caprichosos, como así considera Victoria Gómez Serés, vicepresidenta del Col·legi de Pedagogs de Catalunya, que ve necesario diferenciar «si la sobreestimulación de regalos se da durante el día a día del niño».
No busquéis en ningún manual de diagnóstico, no encontraréis ningún síndrome o algo parecido bajo este nombre, en cambio si se pueden encontrar algunas características comunes en los niños que reciben una gran cantidad de regalos sin motivo o para suplir una carencia que no pueden aportarles los padres. Sara Tarrés, Psicóloga licenciada en la Universidad de Barcelona y conocida por su blog«Mamá Psicóloga Infantil» ( http://instagram.com/mamapsicologainfantil ), ha identificado una serie de atributos que se pueden observar en «niños hiperregalados«:
- Baja tolerancia a la frustración
- Imaginación empobrecida
- Caprichosos
- Menosprecio a lo que tienen
- Materialista y consumista
- Egoísmo
¿Y cómo evitar esto? Pues la solución parece simple, pero lo importante es el esfuerzo de los padres. Las palabras de Tarrés os pueden enseñar un poco el camino: «La mejor forma de evitar que nuestros hijos acaben sufriendo este síndrome, tan típico de la sociedad consumista que estamos creando, es reduciendo el número de regalos que les hacemos durante todo el año pero sobre todo por Navidad».
Unas consecuencias preocupantes para el futuro
Sabemos que nuestras acciones repercuten en el futuro y esta premisa coge más importancia si cabe con la educación de nuestros hijos. Con ellos tenemos que trabajar unos valores que quizá la actual sociedad no fomenta, una sobredosis de regalos como la que se experimenta en Navidad o durante toda su infancia provoca que no aprendan a valorar las cosas, además de algo más fundamental aún, saber y conocer cómo tolerar la frustración.
«En la vida adulta, nunca tenemos todo lo que queremos, pero si hemos aprendido desde pequeños a tolerar la frustración que esto nos provoca, podremos asumirlo» explica Úrsula Perona, que además añade que «si damos a los niños todo lo que quieren, no les enseñaremos a luchar por nada».
Esos valores de los que hablábamos no tienen la importancia real que deberían, valores como la espera, la frustración o el esfuerzo. Tal como comenta Victoria Gómez, los padres deberían enseñar «por qué las cosas no salen como uno quiere, ver si dependía de uno mismo o bien de circunstancias ajenas y que aprendan del error para evitar la frustración».
Si antes decíamos que existen ciertos valores muy importantes que la sociedad no fomenta en la medida que debería, no nos podemos olvidar de uno que cada vez brilla más por su ausencia, valorar todo lo que nos rodea, pero con matices. Según la pedagoga Gómez Serés no debemos confundir esto con explicar el valor del dinero a niños pequeños, pero si ayudarles a que comprendan «lo afortunados que son y que otros niños como ellos no pueden disponer de lo mismo», un pensamiento que se puede apoyar en acciones como donar los juguetes que ya no usan y que sepan compartir.
La falta de tolerancia a la frustración trae unos problemas de personalidad difíciles de controlar en edades más adultas, tener una alta sensibilidad hacia todo aquello que es desagradable, no tolerar contratiempos y ningún sentimiento o circunstancia desagradable.
Esto según Tarrés, autora del blog «Mama Psicóloga Infantil», provoca que esas personas suelan «estar frecuentemente ansiosas, tristes, agitados o enfadadas«.
Ser madre y psicóloga permite a Sara Tarrés ver los dos lados de la moneda, una visión privilegiada que le ha hecho dar importancia a dedicar tiempo a sus hijos para cosas tan normales como hacer la carta a los Reyes Magos o Santa Claus, una actividad para fomentar su «capacidad autocrítica» valorando las ventajas e inconvenientes de cada regalo.
El límite de los 4 regalos
Desde hace unos años, educadores, psicólogos y padres han difundido la regla de los 4 regalos, una medida con la que poner un poco de cordura y no saturar a los niños con muchos regalos, además de evitar comprarles juguetes u otras cosas que no lleguen a usar nunca y se queden vagando por casa.
Anteponer límites a nuestros hijos cuando piden los juguetes de moda en Navidad tiene sus detractores y defensores, como Úrsula Perona, una de nuestras entrevistadas, y explica que «poner un límite anticipado junto a la familia ayuda al niño o niña a esperar y a que la decepción si no le regalan todo sea menor».
Por el contrario, Gomez Serés no cree que haya que poner límites a la hora de hacer la carta de regalos, pero si expresa que los padres tienen que «discernir de todo lo que pide cual es el regalo de Navidad estrella y este no puede fallar», lo que no quiere decir que se les deje total libertad.
Un consejo que las expertas entrevistadas suele dar a los padres es la divertida idea que comentaba la «Mama Psicóloga Infantil», Sara Tarrés, sobre tomar un tiempo con los pequeños haciendo la lista de regalos y a la vez mostrarles que no pueden recibir todo lo que desean.
La ilusión desmedida de los padres
Seas o no padre o madre, seguro que entendéis la ilusión y la alegría de ver a tu hijo abrir un regalo sorpresa, a pesar de esto somos los adultos los primeros que debemos controlar la situación y evitar abrumar con tantos regalos en Navidad. Pero comprar tantos regalos es una práctica fácil de extrapolar a situaciones más cotidianas, como suplir el tiempo que no se aprovecha con los hijos por cualquier objeto, un error en el que no se debe caer según Sara Tarrés, ya que «nunca un objeto material podrá suplir el afecto, ni nuestros hijos necesitan más cosas para ser felices».
Otro de los motivos por los cuáles ciertos papás y mamas caen en la vorágine de regalar más y más es dar a sus hijos los juguetes que ellos siempre quisieron cuando eran pequeños. La vicepresidenta del Col·legi de Pedagogs de Catalunya, Victoria Gómez Serés, argumenta que «en ocasiones los padres nos proyectamos en nuestros hijos», razón por la que les compramos juguetes que nosotros deseábamos.
Quizá creáis que todo lo que has leído aquí es difícil de cumplir, como pasar más tiempo con los hijos o seguir la regla de los 4 regalos, pero como dice la psicóloga Úrsula Perona: «en cualquier caso es importante recordar que a veces, los beneficios a largo plazo compensan un poco de mesura hoy.«
¿Es bueno relacionar los regalos con las notas del colegio?
Otra controversia que surge a los padres es asociar los regalos de Navidad a las notas del colegio, muy relacionado con la ilusión de los padres. A pesar de los malos resultados que obtengan en el cole, seguramente verán alguno de sus muchos juguetes deseados en el sofá de casa el día de Navidad o de los Reyes Magos.
Ante todo hay que tener siempre en mente que estudiar es la obligación de los niños, pero a raíz de ahí surgen distintas opiniones de psicólogos y pedagogos que no van por el mismo camino. «A partir de ciertas edades si debe haber una relación», comenta la psicóloga Úrsula Perona, aunque añade que «obviamente en niños pequeños que creen en los Reyes Magos o Santa Claus, no vamos a dejarles sin regalos porque se hayan portado mal».
Úrsula incluso se ha encontrado casos en su consulta de chicos que se mofan de sus padres por haberles regalado un móvil después de suspender 8 asignaturas. Sin embargo la relación notas-regalos es en cierta medida negativa para la pedagoga Gómez Serés, que defiende el «regalar o recibir porque quiero» basándose en que esto va a provocar que los chicos y chicas «vean estudiar como una obligación y un esfuerzo».
La pelota entonces queda en el tejado de los padres, como es el caso de Sara Tarrés, «Mama Psicóloga Infantil», que comparte opinión con conceptos de las dos visiones. «Soy de la opinión que cuando uno regala lo debe hacer de forma desinteresada: te doy regalos de Navidad porque he pensado en ti y me gusta ofrecerte algo que creo que te gustará», comenta Sara, pero por otro lado piensa «firmemente» que los niños «deben aprender a valorar el esfuerzo y que las cosas no se tienen sin él». Aquí os dejamos algunos consejos de la psicóloga Isabel Menéndez Benavente en el canal de Salud Emocional MedicinaTV sobre cómo tratar a los hijos si traen malas notas:
Ayuda para padres: consejos de regalos para niños
Todos los años hay un juguete de moda que todos incluyen en su carta y casi seguros que este objeto está muy relacionado con la tecnología. Con el paso de los años los tradicionales muñecos o pelotas han ido dejando paso a móviles, ordenadores, cámaras o juguetes inteligentes. El avance de la tecnología ha dejado su seña en las peticiones que se dejan debajo del árbol de Navidad, pero todos los expertos coinciden en que los padres deben tener mesura a la hora de comprar tantos regalos de Navidad tecnológicos.
Como sabemos de la dificultad de escoger los mejores regalos para estas fechas, tanto las psicólogas Úrsula Perona y Sara Tarrés, como la pedagoga Victoria Gómez Serés han aportado sus ideas para aconsejar a los papás y mamas. Una de las cosas más importantes es buscar objetos con los que podamos jugar junto a los niños y apropiados para la etapa en la que se encuentra, lo que según Gómez Serés sirve para «para potenciar las habilidades y saber compartir«.
La opinión de «Mama Psicóloga Infantil», Sara Tarrés, va en consonancia con la importancia de desarrollar las capacidades de los pequeños, además hace hincapié en tener muy en cuenta la edad del niño o niña para comprar los juguetes.
«Hay que aprovechar el tiempo mientras nuestros hijos todavía quieren jugar con nosotros. Mañana no recordarán el número de juguetes que tuvieron, pero sí las horas que jugaron y compartieron con su familia».
Victoria Gómez, vicepresidenta del Colegio de Pedagogos de Cataluña.
Otra de las opciones que aporta la psicóloga infantil Úrsula Perona es «hacer un mix de regalitos para niños» y aquí incluir «los gustos de nuestros hijos, sus peticiones y también lo que a nosotros nos parece adecuado». La importancia radica en combinar regalos tecnológicos con otro tipo de objetos, ya que según ella no podemos evitar «vivir al margen de la tecnología». En uno de los vídeos de su canal aporta consejos para escoger los regalos y evitar el «síndrome del niño hiperregalado«:
Para acabar, Sara Tarrés siempre tiene en mente un consejo muy recomendable para todos los padres ahora y en el futuro en relación al uso de juguetes tecnológicos: «No podemos dejarles al margen de lo que ocurre en el mundo, pero si regular el tiempo que pasan jugando con tablets o videoconsolas y desde luego el tipo de contenido de los juegos con los que se divierten».
Regala una experiencia divertida y educativa
En un mundo donde lo materialista es lo principal se hace más complicado buscar algún tipo de regalo para niños fuera de las tiendas de juguetes, pero es posible. ¿Qué se os pasa por la cabeza cuando os decimos que podéis regalar una experiencia? ¿Suena bien no? Si recordamos nuestra infancia, seguramente nos vengan a la cabeza grandes recuerdos en los campamentos de verano, haciendo deportes con nuevos amigos, pasar toda una semana sin preocupaciones. También algunos rememoraréis aquellos cursos de idiomas en verano en otro país, donde os sentías independientes y volvíais a casa con las ganas de que llegará el próximo para viajar otra vez.
¿Por qué no obsequiar a vuestros hijos con una gran experiencia parecida ahora? Hay muchas posibilidades disponibles para todos los gustos, y más si ha tus hijos les encanta el deporte. En Ertheo ofrecemos una gran multitud de campamentos de verano donde además los niños pueden mejorar su nivel de inglés, una idea que encanta a los padres. Vuestros pequeños os agradecerán durante toda su vida aquel verano jugando al fútbol o al tenis en España o Reino Unido, divirtiéndose a la vez que aprende idiomas, una combinación perfecta.
Pasar varias semanas en verano practicando el inglés puede ayudar para potenciar el futuro del niño o niña, ya que además de practicar su deporte favorito puede conocer otras culturas que lo conviertan en una persona más madura. A todo esto hay que sumar que van a conocer un nuevo país, un matiz que siempre les llama la atención. Si piensas en regalar algo distinto para estas Navidad, un campamento de deportes e idiomas puede ser una de las mejores opciones, además de así evitar volver a caer en la tentación de comprar tantos objetos materiales. ¡Regala una experiencia para el futuro de tu hijo!
Enseñar en valores: El hiperregalo de la Fundación Vicente Ferrer
La Fundación Vicente Ferrer, una de las ONGs más conocidas de España por su labor en la India desde hace más de 50 años, está llevando a cabo una iniciativa muy llamativa bajo el nombre del «Hiperregalo«. Para evitar que estas Navidades veamos por muchas casas un exceso de regalos con los que los niños no jugarán, la fundación propone apadrinar a un niño o niña para darles el mejor regalo de su vida, un futuro más digno en lugares muy desfavorecidos.
La familia que apadrine a un niño recibirá en casa el «Hiperregalo«, un lápiz y una carta para que vuestros hijos estén en contacto con el pequeño adoptado en la India. Pero esta iniciativa va más allá de un simple regalo, el objetivo es poder ayudar a niños desfavorecidos y enseñar unos valores a nuestros hijos muy importantes, como descubrir que son privilegiados y descubrir otras realidades. La ayuda servirá para llevar material escolar una vez al año al niño/a, acceso a la sanidad hasta los 18 años en los hospitales de la Fundación Vicente Ferrer y soporte de Educación hasta los 18 o 23 años, según el camino educativo que escoja.