Para césped natural, para campos artificiales, para fútbol sala, o para pistas de cemento. Para delanteros o para centrales. Juegues al fútbol que juegues, hoy en día tienes una bota de fútbol hecha a tu medida.
¿Qué botas de fútbol son las mejores para un campo de hierba natural? ¿Y para evitar lesiones? ¿Se puede utilizar el mismo calzado para jugar un partido de fútbol sala que uno en un campo de hierba artificial? Estas preguntas y otras muchas son las que se agolpan, cada año, en las cabezas de los padres y las madres de los futbolistas más jóvenes, deseosos de saber qué tipos de botas de fútbol deben comprar para que sus hijos e hijas disfruten del balón. A este respecto, lo primero que queremos dejar claro es un concepto clave: todo depende, y no existe una bota perfecta. Cada modelo se adapta mejor a un terreno y estilo de juego, y no solo eso: cada persona, cada niño, se sentirá más cómodo con un modelo u otro. Y eso es algo que en los campamentos de fútbol de alto rendimiento sabemos muy bien.
Así, para echar un cable a todo aquel que quiera renovar botas de fútbol o comprar el primer modelo para los más pequeños de la casa, presentamos aquí nuestra particular guía de calzados futbolísticos, donde presentaremos todos nuestros conocimientos derivados de años de experiencia. Un resumen de opciones con los diferentes terrenos, especialidades, tipos de suela, estilos de juego y posiciones.
Pero que nadie se olvide, eso sí, de la máxima: cada persona es un mundo, lo que más cuenta es la comodidad que uno sienta con un calzado. Y más que ninguna característica o material, el único método infalible para encontrar la bota perfecta es probar cuantas más sea posibles.
¿Es importante tu tipo de juego al escoger una bota? ¿y la posición?
El deporte en general, más en concreto el fútbol, ha cambiado mucho en las últimas décadas. Cualquier veterano dirá que la bota no importa, que son todas iguales, que lo importante es cómo se juega y no lo que se calza. Pero esa es una verdad a medias. Lo cierto es que las botas importan, y mucho. Y cada tipo se adapta mejor a un tipo de juego o a una posición en el campo.
Aunque no lo parezca, la posición que cada uno ocupa dentro del campo, así como las características de su juego, son un factor a tener en cuenta a la hora de elegir qué botas calzar.
Por ejemplo, los futbolistas de toque, talento y juego en espacios reducidos como Pedri —que utiliza unas Adidas Copa Sense+—, buscarán un calzado que les transmita esa sensibilidad en el trato con el esférico. Por su parte, otros más físicos como Kylian Mbappé o Romeru Lukaku, que basan su fútbol en la potencia de sus arrancadas y cambios de dirección, necesitan un calzado diferente. Uno en el que la tracción y la velocidad primen por delante de la sensibilidad.
Así, dependiendo de los diferentes estilos futbolísticos que potencien, podríamos hablar de cuatro tipos de botas:
- De velocidad. ¿Quieres correr como Mohammed Salah? ¿Eres uno de esos extremos con los que todo lateral reza para no cruzarse en campo abierto? Pues bien, las botas que potencian la velocidad, como las Adidas Speedportal, puede que sean la mejor opción para ti.
- De toque. Los jugadores de más calidad, habitualmente los del medio del campo, necesitan botas que faciliten los controles, el toque, la precisión, la delicadeza. Ahí, en esa posición en la que nadie destaca tanto como Kevin de Bruyne o como Alexia Putellas, unas botas muy aptas son las que tanto el citizen como la culé han optado por calzar: las Nike Phantom.
- De potencia. Kylian Mbappé, uno de los jugadores más potentes y desequilibrantes del mundo del fútbol, cuenta con unas botas adaptadas a sus características: las Nike Zoom Mercurial Superfly 9. Este tipo de calzado es el perfecto si eres de esos que gustan de desequilibrar equipos enteros encarando, corriendo al espacio, desafiando al rival.
- Clásicas. Y luego, por último, están los calzados clásicos. Para los que disfruten de los modelos de toda la vida, que quieran transmitir sensación de seguridad, que busquen un equilibrio en las prestaciones de su bota. Para, por ejemplo, centrales duros y rudos, como los Virgil van Dijk o Jules Kounde. Ambos han optado por las Nike Tiempo, uno de los clásicos junto a las Adidas Copa Mundial.
Botas para césped natural
Luego, más allá del tipo de fútbol que cada uno practique, también habría que hablar de los diferentes tipos de terreno con los que nos podemos encontrar. Y comenzaremos por el terreno por excelencia en el balompié, el césped natural, donde destacamos dos tipos de bota: con suelas SG y FG.
Botas con tacos SF (Soft Ground)
Algún día, los tacos de aluminio fueron la norma entre la mayoría de futbolistas profesionales y esto, claro, conllevaba su peligro. De hecho, estos fueron responsables de algunas escenas muy recordadas, como el pisotón de Diego Pablo Simeone a Julen Guerrero, o la más reciente lesión de Gio dos Santos. Hoy, sin embargo, este material es la excepción, y solo está presente en las botas con tacos SG (soft ground, terreno blando en inglés), ya sea mediante suelas mixtas con goma, o solo de aluminio.
¿Qué beneficios aporta este tipo de taco? Pues, sobre todo, tracción y agarre cuando el terreno está húmedo o blando, evitando los resbalones al cambiar de dirección o de ritmo. ¿Y cuáles son los contras, más allá del peligro que suponen? Principalmente, que no se adaptan nada bien a terrenos de césped artificial o moqueta. Así es que, si buscas un calzado para ese tipo de terrenos, olvídate de los tacos SG.
Aunque, en general, el uso de los tacos soft ground ha quedado reducido a momentos o terrenos particulares, hay profesionales que siguen confiando en ellos en cualquier situación. Uno es Cristiano Ronaldo, fan absoluto de los tacos de aluminio durante toda su carrera, y que este año llevará las Nike Zoom Mercurial Superfly 9 Elite SG. Y otro es Diego Godín, central clásico donde los haya, devoto del modelo clásico de seis tacos fabricados en este material, que portará las Puma Ultra Ultimate SG. Aquí os dejamos ambos modelos:
SUPERFICIE: Césped natural (húmedo y blando).
TACOS: 6-12 tacos de aluminio, goma y suela mixta (aluminio y goma).
OBJETIVO: Mayor agarre y estabilidad en el césped.
PRECIOS: Ejemplos abajo 60-280€
Botas con tacos FG (firm ground)
Pero, como dijimos, el fútbol evoluciona, y los tipos de botas de fútbol más usadas en la actualidad son las suelas FG (firm ground, terreno firme en inglés), compuestas de entre 8 y 14 tacos de goma de diferentes longitudes.
Su terreno predilecto, donde las botas con suela FG funcionan a máximo rendimiento, son los campos de césped natural seco. Ahí es que aportan toda la estabilidad necesaria sin perder un ápice de velocidad que sí se pierde con los tacos de aluminio, que se clavan mucho más en el césped. Además, los tacos de goma permiten que estas botas se utilicen en campos de césped artificial de tercera generación, sobre todo si son cortos y no laminados. Las suelas FG ofrecen, de esta manera, una polivalencia que a muchos jugadores y jugadoras (y a sus familias) les vendrá que ni pintada.
Hoy por hoy, la amplísima mayoría de los mejores jugadores del mundo calzan suelas FG. Os dejamos las botas de los mejores jugadores del siglo XXI: Leo Messi —las Adidas X Speedportal .1 FG— y las de Megan Rapinoe —las Nike Mercurial Superfly 7, homenaje a su Balón de Oro en 2019—.
SUPERFICIE: Césped natural y artificial de 3ª generación.
TACOS: Entre 8 y 14 tacos de goma.
OBJETIVO: Comodidad en los giros y velocidad.
PRECIOS: 50-280€
Botas para césped artificial
Y aunque las botas con suelas FG se pueden adaptar a campos sintéticos, especialmente a aquellos de tercera generación, lo cierto es que el césped artificial cuenta con sus propias suelas. Aquí destacamos los dos tipos de bota que son la mejor opción para aquellos futbolistas que no pisen campos de hierba natural.
Botas de fútbol AG (Artificial Ground)
Antes de nada, cabe recordar que no todos los campos de césped artificial son iguales. Están, por un lado, los de primera generación, también conocido como moqueta, en el que los tacos no aportan nada de agarre. Y luego, los más habituales en la actualidad, los de segunda y tercera generación, que se asemejan mucho más al césped natural. En estos dos últimos casos, la mejor opción es una bota de fútbol con suela AG (artificial ground).
Las botas AG cuentan con un número mayor de tacos que las FG (entre 13 y 21). Estos están fabricados en goma y su forma es cónica, lo que favorece la amortiguación y un menor riesgo de lesiones. Te dejamos nuestras recomendaciones: la New Balance Visaro 2.0 Mid Level y la Puma evoPOWER Vigor 2.
SUPERFICIE: Césped artificial de 2ª y 3ª generación.
TACOS: Entre 13 y 21 tacos de goma.
OBJETIVO: Agarre en campos de césped artificial.
PRECIOS: 50-280€
Botas de fútbol turf o multitacos
Luego, para campos de moqueta o de tierra —porque todavía quedan campos de tierra, de esos en los que, en días de lluvia, hay que meterse bajo la ducha con ropa y todo— están las famosas botas multitacos o turf, el calzado asequible por excelencia.
Su característica principal son los múltiples tacos pequeños de goma, que disminuyen la presión en la pisada, algo crucial en terrenos donde los tacos no se clavan. Te dejamos con un clásico: la Munich Mundial T.
SUPERFICIE: Césped artificial de 1ª generación (moqueta).
TACOS: Múltiples tacos cortos de goma.
OBJETIVO: Agarre a superficies donde el taco no se clava.
PRECIOS: 40-130€
Botas para fútbol sala
Por último, están las botas de fútbol sala, una disciplina cuyo calzado nada tiene que ver con la de los partidos en césped natural o artificial. Aquí, ya que se jugará sobre parqué o cemento, y ya sea para echar una pachanga con amigos o para disputar ligas profesionales de fútbol sala, la zapatilla deberá contar con una suela lisa de goma.
Cuentan, además, con una ventaja: algunas marcas, como Múnich o Adidas, han tenido tanto éxito con sus modelos que hasta se han convertido en un calzado de calle habitual. Un dos por uno de manual.
Te dejamos una recomendación: la Nike Lunar Gato del mejor jugador del mundo de fútbol sala, el portugués Ricardinho.
Evolución histórica de las botas de fútbol
Y ahora te preguntarás: ¿cómo el mundo del balompié se las ha apañado para llegar hasta aquí, a un momento en el que existen cinco tipos de botas de fútbol diferentes según dónde o cómo lo practiques?
Pues habría que decir que todo comenzó hace mucho, quizás allá por el siglo XVI, con el rey de Inglaterra, Enrique VIII. Un buen día, este le ordenó a su zapatero que fabricase unas botas de cuero español para poder practicar su deporte favorito: una versión británica del antiguo calcio italiano. Sin saberlo, puede que ese zapatero anónimo hubiese fabricado la precursora de todas estas botas que tenemos hoy en día.
Es muy probable que las botas de Enrique VII no se diferenciaran mucho de las que se utilizaron en los albores del fútbol, allá por la primera mitad del siglo XX: unos zapatones con un peso desmedido, con los que nadie sabe, visto desde hoy en día, cómo los Di Stefano, Puskas, o Luis Suárez eran capaces de jugar tan bien.
La revolución no llegó hasta el Mundial de Suiza de 1954. Ahí, ante una selección húngara que era favoritísima para llevarse el título, Alemania consiguió llevarse la Copa del Mundo gracias al poder de la evolución. Con unos tacos de aluminio diseñados por Adolf Dassler, el combinado germano se adaptó mucho mejor a un césped encharcado, y pudo darle la vuelta a una final que había empezado en su contra: del 0-2 inicial, los alemanes remontaron hasta el 3-2 que cerró la final del Mundial.
El mismo Adolf Dassler aprovechó la inercia de su éxito para fundar Adidas, y su hermano Rudolf, que lo había acompañado hasta ese momento, creo la empresa Puma. Nació, ahí, el mercado de botas de fútbol, que llega hasta la actualidad con la incorporación de firmas como Nike —que creó los primeros tacos de cuero sintético para Ronaldo en el Mundial de 1998—, Mizuno, Lotto, Umbro o, más recientemente, New Balance.
Hoy por hoy, por suerte, ya no se atisba ningún parecido con las botas de Enrique VIII, ni siquiera con las de la final del Mundial de 1954. Años después de la invención de los tacos de aluminio en aquella Copa del Mundo, llegaron la microfibra, los materiales transpirables y la fibra de vidrio, que han aportado más comodidad y sensibilidad a los futbolistas. Han aparecido también los calzados que cubren los tobillos, como una forma de conseguir más seguridad y evitar torceduras. Y hasta se ven zapatillas sin cordones, que han podido reducir el peso de las botas a unos cuantos gramos.
Todo con tal de que se mantenga el mismo objetivo que tenían en mente el zapatero de Enrique VIII y Adolf Hassler: la mayor comodidad posible para, al menos, anotar un gol más que el rival.
Conclusión
Las enseñanzas que extraemos de todo esto son claras. Por un lado, que la evolución es continua, y no hace sino favorecer los intereses del jugador. Y, por otro, que aunque hay botas adaptadas a cada estilo y terreno, lo importante sigue siendo lo mismo que ha sido toda la vida: ante todo, el criterio principal es la comodidad del jugar.
Y si te has quedado con ganas de saber más, no lo dudes: descárgate GRATIS la infografía de botas de fútbol en el botón que te dejamos abajo.