El deporte representa la pasión y ilusión de muchos niños alrededor del mundo. La posibilidad de convertirse en un gran atleta como Cristiano Ronaldo, Rafael Nadal o Lionel Messi es algo con lo que muchos de nosotros hemos soñado en nuestra infancia.
Además, practicar deportes es una actividad saludable que permite a los niños y los adolescentes desarrollar ciertas cualidades y mantener una rutina activa y saludable para ellos.
Sin embargo, más allá de toda la ilusión y emoción, puede suceder que un niño no sea lo suficientemente bueno para el deporte que tanto le gusta.
En un campamento de fútbol, por ejemplo, a una edad temprana, es normal que los niños inconscientemente comparen su rendimiento con el de sus compañeros de equipo, ya que la mayoría de ellos quiere destacarse y convertirse en la estrella del equipo.
Este tipo de comportamiento puede afectar la salud mental de los niños si no hay un buen apoyo y ayuda por parte de los padres. Además, puede generar otros problemas sociales, desconfianza y mucho más.
Por todas estas razones, en esta publicación hablaremos sobre cómo y cuándo un niño debería tomar la decisión de dejar un deporte.
¿Cómo puedes saber si dejar el deporte es lo correcto para tu hijo?
Lo primero que hay que dejar claro es que esta es una decisión muy personal. Cada persona tiene su propia personalidad y aborda las situaciones de la vida de diferentes maneras.
Para saber con certeza si es el momento adecuado para renunciar a un deporte, debes evitar cualquier tipo de comparación y analizar los pros y los contras de la situación para tu hijo. Por supuesto, la duda surge cuando el niño está teniendo un mal momento o simplemente no tiene ganas de seguir practicando.
Antes de tomar una decisión tan drástica como renunciar, debes descubrir la verdadera razón del rechazo del niño hacia el deporte. Si se trata puramente de un problema deportivo, la situación debería ser analizada más a fondo. Por otro lado, si la situación tiene que ver con el aspecto social o la relación con compañeros de equipo y entrenadores, el problema debería abordarse desde otro punto de vista.
Habla con tu hijo para descubrir las razones de su insatisfacción
La mejor manera de abordar el problema es hablar directamente con tu hijo, ofreciéndote como un apoyo incondicional para sus necesidades.
Haz que tu hijo entienda que puede contarte sobre sus problemas y que estarás allí para aconsejarlo y resolver todas las complicaciones.
Si el problema es social, las relaciones con sus compañeros de equipo, entrenadores o simplemente la presión que sienten al jugar; puedes ayudar desde el aspecto psicológico para tratar de mejorar sus habilidades sociales y aumentar su comprensión del mundo como una comunidad que nos abarca a todos.
Puedes intentar hablar con los entrenadores sobre tener un enfoque diferente con tu hijo para embrace motivation. Sin embargo, esta solución no es tan viable en academias, campamentos de fútbol o sesiones de entrenamiento en grupo masivas.
Por otro lado, si el problema es puramente relacionado con el rendimiento, es hora de equilibrar cuán beneficioso puede ser para tu hijo seguir intentando mejorar en ese deporte o simplemente aceptar que no tiene las cualidades para desempeñarse bien.
En este punto debemos tener mucho cuidado porque el mensaje de rendirse ante la adversidad puede ser muy dañino para su salud mental. Lo que todos queremos como padres es que nuestros hijos puedan hacer todo lo que sueñan, por supuesto, pero a veces también tenemos que llevarlos a la realidad de la manera más sutil e inteligente posible, para que puedan mantener una alta autoestima.
Por lo tanto, es importante saber cuánto esfuerzo se ha hecho para practicar este deporte. Si su hijo/a aún puede dar más de sí mismo/a y demostrarle a sí mismo/a que es capaz de hacerlo; o si es hora de rendirse porque la situación lo/a ha superado.
¿Cuándo es demasiado pronto para renunciar?
Determinar si es demasiado pronto para dejar un deporte puede ser complicado. Sin embargo, el proceso se facilita si se tienen en cuenta algunas variables.
- Análisis honesto de sus habilidades: Revisa las capacidades de tu hijo desde un punto de vista honesto y analiza si tienen un alto o bajo margen de mejora si aumentan ligeramente su esfuerzo en el entrenamiento.
- Evalúa el esfuerzo y la mentalidad: Revisa la cantidad de esfuerzo y energía que tu hijo/a gasta en el entrenamiento. Considera si ya ha dado lo mejor de sí o si con un poco más de motivación puede rendir mejor.
- Cuantificar cuánto tiempo ha estado practicando el deporte: Dejar un deporte después de solo una o dos semanas de práctica puede ser apresurado. Sin embargo, si han pasado 3, 4 o 6 meses y su hijo aún no se siente cómodo, puede ser el momento de renunciar.
- Equilibra las posibles consecuencias negativas: Decirle a tu hijo que se rinda cuando tiene la ilusión de convertirse en un gran jugador puede ser muy difícil. Antes de considerarlo seriamente, primero sugiere la idea para ver cómo se siente al respecto y si está dispuesto a renunciar.
- Observe cuánta motivación tiene para entrenar y jugar: Como último punto, es conveniente revisar la motivación de tu hijo. No tiene sentido seguir haciendo una actividad que realmente no quiere hacer. Si tu hijo ha tenido suficiente del deporte y simplemente no está emocionado por ello, puede que sea el momento de dar un paso atrás.
¿Qué hacer después de que tu hijo ha dejado?
Lo más importante después de que su hijo haya dejado un deporte es mantener su confianza alta para que esté motivado a realizar otras actividades.
Como padre, tu deber es hacer que tu hijo vea que hay muchas otras alternativas en la vida. Muéstrales otros tipos de disciplinas y pasatiempos que también pueden practicar semanalmente.
Puedes tomar un período de descanso para recuperar fuerzas y analizar si realmente hay otro deporte o actividad que tu hijo quiera practicar. Es clave en este punto que no les pongas demasiada presión, ya que esto puede terminar desmotivándolos aún más.
Por supuesto, si tu hijo está triste o desanimado, siempre puedes planear un viaje a un lugar que realmente le guste o darle un regalo que pueda ayudarle a superar su decepción.
El mensaje que los padres deben transmitir a su hijo después de dejar un deporte es que la vida continúa y que tendrán muchas más oportunidades para demostrarse a sí mismos en el futuro.
Ya sea en deportes o en otras áreas, el valor de una persona no se define por sus habilidades en un determinado deporte, sino por su capacidad para levantarse ante situaciones difíciles y su convicción para seguir adelante.
¿Cómo recuperar la confianza de tu hijo?
Es normal que después de dejar un deporte, su hijo sienta un fuerte sentido de frustración. Sin embargo, esa frustración puede ser revertida y transformada en motivación si puedes enfocar esa energía desde un punto de vista positivo.
Asegúrate de mostrarle otras disciplinas que puedan captar su atención. Por ejemplo, si ves que siempre le han gustado las piscinas, puedes sugerirle que empiece a hacer deportes acuáticos en la escuela más cercana.
Si tiene un amigo que le gusta el baloncesto, puede intentar inscribirlo/a en esa misma academia por unos días para ver si le gusta el deporte.
Hay muchas maneras de ayudar a tu hijo a recuperar la confianza. Es importante señalar que dejar un deporte no significa que él/ella haya fracasado.
Las pérdidas son parte de la vida. De hecho, los atletas profesionales a menudo pierden mucho más de lo que ganan a lo largo de sus carreras.
El jugador de baloncesto Giannis Antetokounmpo comentó sobre esto en una conferencia de prensa. No hay fracaso en el deporte, todo es parte del camino que cada persona toma hacia el éxito.
No ser lo suficientemente bueno en un deporte no es el fin del mundo. A medida que pasa el tiempo, seguramente encontrarás esa disciplina o ese área en la que realmente sobresales y puedes sentirte genial contigo mismo.
Conclusión
Dejar un deporte puede ser una decisión complicada que puede tener consecuencias negativas para los niños. Sin embargo, con el apoyo de sus padres y un enfoque positivo, el riesgo de afectar negativamente su salud mental puede reducirse.
Antes de abandonar un deporte, se deben tener en cuenta los siguientes temas:
- Es una situación muy personal, evita comparar el caso de tu hijo con el de otros niños.
- Analiza su rendimiento y relaciones sociales en la academia.
- Observe su motivación para continuar antes de tomar una decisión.
- Considera si tiene margen de mejora o si ya ha dado lo mejor de sí.
- Busca otras disciplinas que puedan ayudarlo a recuperar su confianza.
- Evita la palabra fracaso y hazle entender que tendrá otras oportunidades para tener éxito.