Entrenar en el fútbol base: qué hacer para ser entrenador

Para nosotros, entrenar en el fútbol base es algo más que lograr resultados, o que transmitir conocimientos técnicos. Es el medio para alcanzar un mundo mejor.

Entrenar en el fútbol base¿Cuál puede ser el mayor sueño de una persona que quiera hacer carrera en el mundo del fútbol? Las posibilidades son tantas que parece imposible enumerarlas al completo: debutar en Primera División, jugar con la selección de tu país, meter un gol en una final, cambiarle la camiseta a tu ídolo de infancia, conseguir un título como técnico… infinitas, en definitiva. Y, sin embargo, ¿es cualquiera de ellas más bonita, más reconfortante que entrenar en el futbol base?

Nosotros creemos que no. Porque entrenar en el fútbol base significa ser un referente, ver crecer a jugadores de tu mano. Significa ser el guía de niños y niñas, que se convierten en adolescentes que se convierten en adultos —y, a veces, también en futbolistas profesionales—. Ser entrenador de fútbol base es, en resumen, una experiencia única, en la que no solo se ayuda a ser mejor jugador, sino a ser mejor persona. A nivel de realización personal, pensamos que eso no guarda comparación posible.

Y no: en contra de lo que se a veces se piensa, ser entrenador de categorías base no es un trabajo que cualquiera pueda realizar. Se necesita de una filosofía, unos requisitos, unos conocimientos y unos métodos que nadie consigue por ciencia infusa, sino a base de trabajo, estudio y experiencia.

De todo esto, y de otros aspectos de lo que significa ser preparador de categorías base, es de lo que vamos a hablar en este artículo.

 

¿Qué es un entrenador de fútbol base?

entrenador de fútbol baseSi se quiere hacer bien, entrenar en el fútbol base no es un pasatiempo, ni una actividad para ratos libres, ni una forma de ocupar el tiempo para padres ociosos. Ser técnico de categorías inferiores en cualquier deporte, fútbol incluido, es un trabajo; pero, por encima de cualquier otra cosa, un compromiso.

Más allá del esfuerzo que conlleva el estudio de los títulos y conocimientos necesarios, más allá de la preparación de entrenamientos y la paciencia que se necesita para lidiar con menores de edad, ser entrenador de base obliga a ser un referente. De hecho, aunque a veces no se repare en ello, la responsabilidad social de este puesto es gigantesca. El entrenador pasa muchas horas a la semana con sus pupilos, y lo hace estando al cargo de lo que más les suele gustar: la pelota, el método perfecto para formar.

Ya lo dijo el técnico de las categorías base del Atlético de Madrid, Alberto Ruiz, en una entrevista publicada en nuestro blog: “La incidencia [del entrenador] sobre la persona y el jugador es muy alta. Les empujas, les ayudas, los ves crecer. Ser entrenador de fútbol formativo no sólo es planificar entrenamientos y hacer alineaciones, va mucho más allá. Hay que ser formador”.

Un formador de personas, un transmisor de los valores del deporte a futuros ciudadanos de nuestra sociedad, que acabarán teniendo sus derechos y obligaciones. Eso es un buen técnico de fútbol base. ¿Cuál es la diferencia de lo que hace un profesor en un colegio? Pues que el entrenador lo hace con una pelota en los pies.

 

Requisitos para entrenar en el fútbol base

Esta importancia que tiene el trabajo de entrenar en el fútbol base obliga a que sean necesarios ciertos títulos o acreditaciones. En este sentido, podemos hablar de dos vías para conseguir las credenciales necesarias: la ofrecida por la educación oficial española y la titulación aprobada por la UEFA.

Vía de la educación oficial española

El sistema educativo español cuenta con sus propias titulaciones para acreditar al entrenador de categorías base. Son dos, y pertenecen al ámbito de las formaciones profesionales:

  • El ciclo formativo de grado medio de técnico deportivo en fútbol
  • El ciclo formativo de grado superior de técnico deportivo superior en fútbol

Tanto uno como otro cuentan con validez académica y profesional, están reconocidos a nivel internacional y se pueden estudiar tanto en centros públicos como privados. El grado medio permite entrenar a cualquier equipo hasta categoría juvenil, mientras que el grado superior ofrece la capacitación de entrenar en cualquier categoría del fútbol nacional.

Títulos aprobados por la UEFA

Por su parte, la UEFA cuenta con sus propias titulaciones, que se imparten en los cursos de entrenadores de las federaciones de fútbol y asociaciones autorizadas. Estas se dividen en:

  • Nivel C: el curso necesario entrenar en el fútbol base —es decir, en las categorías prebenjamín, benjamín, alevín, infantil y cadete—.
  • Nivel B: obligatorio para ser entrenador en un equipo de categoría juvenil. Se necesita tener la licencia C y experiencia de seis meses.
  • Nivel A: permite entrenar en cualquier equipo de fútbol, salvo en aquellos de categoría profesional. Para cursarlo, se exige una licencia de nivel B y experiencia de un año.
  • Nivel Pro: el curso para ser entrenador de fútbol profesional. Como en todos los anteriores, se necesita tener la licencia previa (A), además de experiencia de un año como entrenador juvenil, senior, o ayudante en un club profesional.

 

Principios de un entrenador de fútbol base

entrenar futbol baseEn cuanto a los principios que rigen la profesión de entrenador cabe decir que son algo relativo. Solo hay que ver jugar a un equipo liderado por Simeone frente a uno en cuyo banquillo se siente Guardiola para ver que, efectivamente, hay maneras muy diferentes de dirigir, pero que todas pueden ser excelentes.

Sin embargo, sobre todo cuando se trata de entrenar en el fútbol base, nosotros sí tenemos claro que hay ciertos principios, valores, que se deben cumplir. Principalmente, cuatro.

El resultado no es lo más importante

El primer objetivo del fútbol base, al menos tal y como lo vemos nosotros, es formar personas. Así pues, nada más alejado de nuestros valores que pensar que todo vale, que lo único que cuenta es el resultado y que el fin justifica los medios.

Por resumirla en pocas palabras, nuestra visión sobre entrenar en fútbol base es que el cómo tiene mucha más importancia que el qué.

Crecer como persona y como deportista van de la mano

De hecho, creemos que de nada vale ser la mejor, la pichichi, la que más destaca en el campo partido tras partido, si ese crecimiento futbolístico no va acompañado de un crecimiento personal.

Porque el desarrollo de la persona es una inversión a largo plazo. Y porque futbolistas que puedan vivir de ello toda su vida hay muy pocos, pero personas que agradezcan el haberse formado de pequeños a través del deporte hay millones.

La transmisión de los valores colectivos

En esa formación propia del deporte base, sobre todo en disciplinas colectivas como el fútbol, hay una asignatura que destaca por encima de cualquier otro: el de los valores de un colectivo, del grupo. No hay principio más importante —ya sea en el trato con las personas, en el mundo empresarial, o en cualquier otra faceta de la vida— que los valores grupales, que el respeto al compañero y al rival.

Eso, también, es un pilar fundamental del entrenar en el fútbol base.

No solo aprenden los jugadores

Y, por último, un principio del que no se suele hablar: no solo los jugadores son los que evolucionan, sino que un entrenador también puede aprender mucho de sus pupilos.

Nuestra forma de concebir el entrenar en fútbol base es el de una relación más horizontal que vertical, en la que un formador también se puede, a su vez, formar mientras entrena, empapándose de la sabiduría de los más pequeños. Creemos que no hay forma más sana que esta para enfocar la profesión de entrenador de categorías inferiores.

 

Funciones del entrenador de fútbol base

Entrenar fútbol baseAsí pues, basándonos en todo ello, creemos que las funciones principales de un entrenador de fútbol base son cinco:

  • Sentir que el puesto va mucho más allá de ser un hobby o un puesto de trabajo, sino que es un verdadero compromiso con la sociedad para formar a mejores personas.
  • Transmitir los valores del trabajo en grupo, el apoyo mutuo y el bien común de un colectivo.
  • Recordar que no solo se está formando a futuros futbolistas, sino, sobre todo, a futuros ciudadanos adultos.
  • Vivir en un proceso de formación constante, y conocer todas las técnicas y metodologías necesarias para llevar a cabo el trabajo de la mejor manera posible.
  • Y, por último, estar actualizado respecto a los últimos avances y herramientas tecnológicas.

 

Conclusión

Esta es, en resumen, nuestra visión de lo que significa ser un entrenador de fútbol base: una mezcla de la exigencia de un técnico del más alto nivel con la capacidad de formar, liderar y servir de referente positivo para los más jóvenes. Un trabajo muchas veces más complejo y más importante para la sociedad en general, que el de un técnico de Champions League.

Si eres de los que comparten esta misma forma de ver el deporte base, o si simplemente quieres más información sobre nuestros últimos proyectos u ofertas de campus de fútbol, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.