Carlos Barea es un gaditano psicólogo por la Universidad de Málaga y experto en Terapia de Interacción Recíproca, modelo creado por Roberto Aguado ( http://robertoaguado.com/ ) Experto en Hipnosis Clínica. También es terapeuta EMDR (Reprocesamiento y desensibilización a través del movimiento de los ojos), Practitioner PNL (Programación Neuro-Lingüistica) y experto en Coaching deportivo. Ejerce su profesión en Málaga, ofreciendo distintos servicios, desde la Hipnosis Clínica hasta el método educativo de la Programación Neuro-Lingüística, y escribe en varios blogs sobre psicología y cultura. Hemos hablado con él para que nos explique algunos aspectos sobre los niños y el deporte desde su perspectiva y con la experiencia de los distintos casos que ha tratado.
En primer lugar, surge el problema de los estudios y el deporte para los niños. ¿Cómo aconsejarías a los padres que actúen para que puedan compaginar el colegio con los entrenamientos?
«Al final el deporte se convierte en una actividad formativa paralela, igual que podría serlo el conservatorio de música. Compaginarlo requiere de un compromiso por parte de padres e hijos. Por ejemplo, imaginemos que tenemos un prodigio en el tenis y el chico nos suspende matemáticas ¿En que le pondrías un profesor particular, en tenis o matemáticas? Si has contestado matemáticas has dado una respuesta promedio y vas a tener unos resultados promedios tanto en matemáticas como en tenis. Son pequeñas cosas, pero si tuviera que recomendar dos diría que aprendan a fomentar el talento de sus hijos y a ponerles límites, no podemos olvidar que el trabajo vence al talento siempre. Un niño necesita sustento, amor y límites, estos últimos les ayudan a sentirse seguros y después de esto poco importa dónde le pongas el profesor particular».
¿A qué edad crees que el niño puede empezar a decidir por sí mismo para continuar con su pasión deportiva con el objetivo de llegar a la élite?
«A partir de los 10-11 años para un niño que hacía un deporte como un juego empieza a convertirse en un trabajo. Los deportistas de alto rendimiento se incorporan precozmente a la vida laboral, pero en vez de en una oficina en una cancha».
¿Cómo puede afectar psicológicamente a un niño que el padre grite a los árbitros en sus partidos, insulte al equipo rival, le aconseje que sea demasiado duro en el juego, etc?
«Según los casos que me he encontrado en mi consulta, puedo decir que la mayoría siente vergüenza y recibe un mal ejemplo de su principal referente, lo que hará que empiece a dudar de su modelo demasiado pronto. Esta fractura con una de sus principales figuras de apego luego les causa mucho sufrimiento y puede que se alejen poco a poco de ellos. Y al haber tenido un mal modelo, también puede provocar que tomen malas decisiones y tener conductas erráticas».
En muchas ocasiones hemos visto noticias sobre multas impuestas a padres por llegar incluso a pegar al árbitro, como esta información de la Academia Nacional de Entrenadores de Fútbol (ANEF), en la un padre fue multado con 6.000 euros y 6 meses de cárcel. La propia ANEF realizó un vídeo en el que se observa a padres con comportamiento pocos ejemplares en los encuentros de fútbol de sus hijos:
¿Qué puede aportar a un niño el hacer deporte y apuntarse a algún club en edades dónde empiezan a socializarse?
«El deporte te prepara para la vida futura, se amplia el círculo si no hace el deporte dentro del colegio, incorpora a su vida nuevos referentes como los entrenadores, estos a veces ejercen una labor educativa en el niño mejor y más coherente que los propios padres. Los entrenadores estudian para ser entrenadores, a los padres nadie les da un carnet de padre».
Existen muchos casos de jóvenes que se van de sus casas para jugar en clubs de gran nivel cuando son aún pequeños. ¿Cómo puede afectar esto al niño y cómo deberíamos de actuar en estas situaciones?
«Esto suele ocurrir en clubes con bastantes recursos donde hay un infraestructura para que los chicos estén bien, hay chavales que van a soportarlo y chicos que se agobian y vuelven a casa, esta es la clave para estar en la élite o no. Es obvio saber que los chavales van a echar de menos su casa, la comida de su madre, un poco antes de lo que lo hace la gente normal. O quizá si su padre era de los que gritaba en los partidos está mejor ahí que en su casa».
¿Cuál crees que debería ser la actitud de entrenadores y clubes a la hora de tratar a niños tan jóvenes en los deportes? ¿Y a la hora de dar importancia a compaginar estudios y entrenamientos?
«En España existe un problema con eso. En EEUU, por ejemplo el deporte universitario es muy importante y los deportistas de alto rendimiento son becados para estudiar. A la hora de compaginar hay tiempo para todo. Es positivo que los deportistas se cultiven por más vías aparte de su actividad deportiva y los buenos entrenadores lo saben. No obstante muchísimos deportistas han sido capaces de compaginar sus estudios con su deporte a pesar de las dificultades. ‘Mens sāna in corpore sānō'».
¿Crees que los deportes de equipo son mejores para los niños que los individuales? (Ejemplo del golf o tenis)
«La verdad es que no creo que sean mejores, ni peores, tan solo hay perfiles de personalidad diferentes que se adaptarán mejor a deportes de equipo o deportes individuales. En los deportes individuales también se trabaja en equipo, necesitas de compañeros para entrenar y gente contra la que competir. Hay niños que pueden ser muy talentosos en judo y haber sufrido bullying en un equipo de fútbol. Y un chico de dos metros y algo patoso en un tapiz de gimnasia, puede ser el corazón de un equipo de baloncesto».
¿Cómo puede afectar la presión de destacar en edades muy tempranas a un niño?
«En edades muy tempranas esa presión le va a afectar al niño en la medida que afecte a sus padres, pero puede mermar su autoestima si sólo se le quiere si lo hace bien. Por otro lado, se puede aumentar la prepotencia y disminuir la humildad de un niño si haga lo que haga se le dice que es un príncipe y que los malos son los otros».
¿Qué valores aporta el deporte a los niños?
«Cooperación, diversión, responsabilidad, creatividad, disciplina, esfuerzo, crecimiento, humildad, valentía, autoconocimiento…. podría seguir con muchos más, pero el deporte llena a una persona de recursos, habilidades y valores que le ayudará por siempre a afrontar la vida y ser más resilientes».
¿Crees que es buena idea castigar a los niños sin entrenar por haber suspendido o algún mal comportamiento?
«Depende de las prioridades de la familia y de cada niño, cuando entrenar es una actividad formativa paralela que requiere un compromiso no lo recomiendo. Pero es responsabilidad, obligación, derecho y deber de los padres educar a sus hijos adecuadamente y ponerles los límites necesarios para que se desarrollen lo mejor posible».