ESPINILLERAS DE FÚTBOL: CÓMO ELEGIR LAS TUYAS

Las espinilleras de fútbol son elementos fundamentales dentro de la equipación de este deporte, así como de otros como el béisbol, el rugby o el hockey, por su eficacia en la prevención de lesiones de espinilla.

LA IMPORTANCIA DE LAS ESPINILLERAS

Las espinilleras, también conocidas como canilleras, hoy día son obligatorias en la mayoría de las competiciones, y así lo exigen tanto los clubes profesionales como las escuelas deportivas o academias de fútbol serias que se preocupan, ante todo, por la seguridad y el bienestar de sus deportistas.

No hay que olvidar que la tibia (que es el hueso que comúnmente llamamos espinilla) en su mayor parte no posee la protección de un músculo anterior que amortigüe un impacto, ya que se encuentra directamente bajo la piel, por lo que un golpe en esta zona es muy probable que conduzca a una lesión, que de ser especialmente fuerte o desafortunado se convertiría en fractura. Una herida de esta naturaleza es especialmente dolorosa, debido a que el periostio, que es la membrana fina que recubre el hueso, es un tejido que posee múltiples terminaciones nerviosas, que se convierten en este caso en receptores del dolor.

Así, veremos que la principal función de las espinilleras es proteger a la tibia absorbiendo los golpes gracias a un doble sistema. Por fuera es más rígido, con un material recubierto de poliuretano, gracias al cual el impacto, bien sea por choques con jugadores rivales o entre sus propios compañeros, se reduce. Pero al mismo tiempo su interior está recubierto de otro tipo de material, que suele ser más suave, más esponjoso y más blando.

EL ORIGEN DE LAS ESPINILLERAS

Sam Weller Widdowson

Dada su mencionada eficacia, su sencillez y su economía, no es de extrañar que se haya implantado su obligatoriedad dentro del terreno de juego, aunque su uso ya se extendiera a finales del siglo XIX, y en ciento cincuenta años haya variado muy poco el sistema, modificando su geometría, sus sujecciones o implementando simplemente en su fabricación el empleo de nuevos materiales más adecuados y resistentes, adaptándose al jugador y sus necesidades, como veremos más adelante.

Si indagamos un poco en la historia de las espinilleras de fútbol, aparece un nombre: Sam Weller Widdowson (1851-1927). Este futbolista inglés del Nottingham, que además jugaba al cricket, era bastante famoso en su época por su velocidad, su habilidad y su fuerza, todo lo cual lo convertía en un gran atleta. No olvidemos que, en esta época, el fútbol que se practicaba era menos técnico y más de contacto, con lo cual la fortaleza física de un jugador podía convertirse en un elemento decisivo a la hora de ganar un partido.

En estas circunstancias, Sam tomó una decisión: tomó unas almohadillas de cricket, las recortó a su medida y se las ató a las medias con unas correas de cuero, creando así unas rudimentarias pero eficaces protecciones para sus espinillas. Como suele ocurrir en estos casos en los que surge algo totalmente novedoso, lo primero que provocaron sus protecciones fueron burlas y comentarios de escepticismo al considerarla una idea ridícula, aunque la evidencia muy pronto habló por sí misma: recibía menos lesiones y, de haberlas, eran menos graves. Conclusión: su popularidad creció rápidamente, y en muy poco tiempo todos sus compañeros (y demás colegas de equipos rivales) ya tenían sus propias espinilleras.

ELEGIR TUS ESPINILLERAS DE FÚTBOL

En la actualidad, cada jugador tiene asumida su importancia y reconoce que es un elemento imprescindible, por lo que unas de las primeras cosas que tiene que aprender es a elegir sus espinilleras y a colocárselas correctamente.

Para su colocación, es preciso tener en cuenta que si unas espinilleras están mal puestas pueden provocar dolor. Una buena protección no quiere decir que tenga que doler, todo lo contario. El objetivo es que proporcione seguridad pero también eficacia, y es obvio que un jugador con molestias no puede estar a pleno rendimiento. Y si están demasiado flojas pueden caerse o soltarse en medio de un partido.

A la hora de elegir cualquier tipo de material para la práctica deportiva, bien sean espinilleras, botas de futbol o cualquier otro equipamiento, el deportista tendrá que observar diferentes parámetros, todos ellos importantes y a tener en cuenta. En este caso serían:

• TALLA. Para una correcta adaptación a la pierna, hay que fijarse en que queden bien ajustadas y que se elige el tamaño correcto, que vendrá determinado por la altura del jugador. La finalidad es que la espinillera cubra la mayor parte de la zona entre el tobillo y la rodilla sin que entorpezca el movimiento, por lo que habrá que medir esta zona (a unos cinco centímetros por debajo de la rodilla y por encima del tobillo) a lo largo, pero también a lo ancho. En este sentido, lo más común es encontrar tallas estándar (XS, S, M, L, XL…), aunque ya existen tiendas especializadas que fabrican espinilleras a medida, como veremos más adelante.
• TIPOS. En la actualidad aquellas espinilleras de fútbol sujetas con correas de cuero han evolucionado, presentando una tipología variada, cada una con sus características específicas que pueden variar los niveles de protección, flexibilidad y comodidad:
  • DESLIZANTES. Son unas placas protectoras que se colocan debajo del calcetín a modo de escudo, lo cual permite una mejor movilidad al deportista. Normalmente, si la media se ajusta bien, la espinillera no se mueve, aunque normalmente se suelen asegurar con manguitos o cintas, que pueden ser adhesivas o no, para evitar que se desplacen de su sitio a lo largo del partido o el entrenamiento.
  • CALCETINES SHIN. Son un concepto similar a las deslizantes, solo que en este caso la espinillera viene integrada en el calcetín a modo de refuerzo, lo cual simplifica su colocación. Esta sencillez ha hecho de este tipo el preferido por los jugadores más noveles, especialmente en los entrenamientos.
  • ESPINILLERAS PARA LOS TOBILLOS. Estas protecciones tienen la ventaja de que incorporan unas almohadillas acolchadas que rodean los tobillos a ambos lados para evitar golpes en esta zona, en incluso reforzar frente a un posible esguince. Se suelen recomendar a los jugadores más jóvenes e inexpertos, y según el modelo pueden venir integradas totalmente o ser desmontables, de manera que, a medida que se va cogiendo experiencia y progresando, o si se desea mayor movilidad, pueda separarse la protección del tobillo de la espinillera principal y dejar a esta última únicamente. El sistema de sujeción no es demasiado complejo, pues se coloca la parte del pie a modo de estribo, quedando ajustada por la planta del pie, y el resto de la espinillera sujeta por encima de la pantorrilla, con cintas, con bandas elásticas o similares.

• POSICIÓN DEL JUGADOR. La especialización en este tipo de protecciones llega hasta tal punto que las casas de material deportivo han desarrollado diferentes tipos de espinilleras en función de la posición que ocupa el futbolista en el terreno de juego.
  • DEFENSOR. Son los que tienen mayor contacto y pueden sacrificar en determinado momento velocidad por fuerza y resistencia, de manera que para ellos se han pensado espinilleras con mayor dureza, e incluso con tobilleras, aunque puedan resultar algo más pesadas.
  • PORTERO. Es justo el caso contrario. Su contacto es casi nulo, por lo que aquí lo realmente importante es no restarle agilidad. Para ellos se han diseñado espinilleras más ligeras y suaves, aun a riesgo de perder algo de protección.
  • CENTROCAMPISTA. Su posición exige un equilibrio entre flexibilidad y fuerza. El jugador no puede perder rapidez pero debe estar bien protegido ante un posible envite más brusco.
  • DELANTERO. Este jugador va a necesitar unas espinilleras fuertes que le protejan frente a un encontronazo duro con un defensa, pero lo que sobre todo va a requerir es velocidad y habilidad para recorrer esos últimos metros hasta la portería sin encontrarse al defensa. Por lo tanto, el delantero va a precisar unas espinilleras ligeras y pequeñas que no limiten su movilidad.

• ACCESORIOS PARA ESPINILLERAS. Son algunos elementos que complementan a las espinilleras, bien a modo de sujeción o bien a modo de protección.
  • MANGUITOS. Son medias especiales de compresión que se usan para sujetar mejor las espinilleras deslizantes y evitar su desplazamiento durante el partido.
  • CINTAS. Al igual que los manguitos, se emplean cuando el deportista está usando espinilleras deslizantes y ayudan a sujetarlas correctamente para que no se muevan.
    • ADHESIVAS. Pueden funcionar como un esparadrapo o por cohesión, y fijan directamente la espinillera a la pierna. Este tipo de sujeción permite un ajuste a medida según las preferencias del deportista.
    • GANCHO O VELCRO. Suele utilizarse cuando las cintas adhesivas resultan más incómodas o provocan alguna molestia.
  • PROTECTOR DE TOBILLO. Cumplen la misma función que las espinilleras para los tobillos y su colocación es similar, metiendo el talón en un estribo, con la diferencia de que van por separado.

ESPINILLERAS A MEDIDA

Como avanzamos cuando hablábamos de las tallas de tus espinilleras de fútbol, hoy día puedes elegir que te fabriquen estas protecciones tan necesarias a tu medida, gracias a la aplicación de inteligencia artificial, escaneando la pierna del jugador y fabricando un molde virtual que proporcionará medidas y contornos exactos.

¿CUÁNDO HAY QUE CAMBIAR LAS ESPINILLERAS DE FÚTBOL?

Los expertos recomiendan que unas espinilleras deben cambiarse en cuanto se aprecien algo deterioradas, ya que se entiende que así no pueden cumplir de manera eficaz su función protectora, pudiendo llegar a ser peligrosas si se rompen y se clavan en la pierna del jugador.

Para asegurarse de que esto no ocurre, nada tan fácil como revisar su estado antes de colocarlas y comprobar que no han perdido rigidez ni se aprecia un grave deterioro.