Existe una gran variedad de palos de golf en el mercado, clasificados en varias categorías según el tipo de golpe para el que se utilizan. Maderas, hierros, híbridos, wedges o putter son los tipos de palos que todo buen golfista debe llevar en su bolsa. Aunque los nombres pueden llevar a engaño, en realidad todos ellos están compuestos por acero o titanio, y simplemente conservan el nombre del material con el que antiguamente se fabricaban.
En cualquier caso, independientemente de la categoría a la que pertenezcan, todos los palos están formados por los mismos componentes. En todos ellos se diferencian una varilla que forma el cuerpo del palo, con una empuñadura -o grip- en uno de sus extremos, y una cabeza -o head- en el otro, que se utiliza para golpear la bola.
Todos los palos de cada categoría están numerados en función de la inclinación que tenga la cabeza. Por regla general, cuanto mayor sea el número mayor será la inclinación, y menor será la distancia que la bola recorrerá en el golpeo. Por lo que hay que elegir con mucho cuidado que tipo de palo y que numeración se elige en cada golpeo, ya que cada uno de los palos se utiliza en diferentes circunstancias y tipo de golpe.
Aunque las diferencias entre las categorías son pocas, es necesario conocer en qué casos se usan cada una de ellas para poder elegir siempre el palo adecuado:
- Maderas: La mayor potencia y distancia se alcanza con las maderas o drivers, por lo que se utilizan en los golpes más largos. Se suelen llevar 3 tipos de maderas en la bolsa de golf, normalmente los números 1, 2 y 5.
- Hierros: Los hierros se utilizan sobre todo para golpes intermedios o de aproximación, y suelen llevarse unos 9 o 10 palos de este tipo en a bolsa.
- Híbridos: Entre las maderas y los hierros también encontramos los híbridos, unos palos intermedios que tienen lo mejor de ambos tipos: la potencia de la madera y la precisión del hierro. Por eso, cada vez son más los profesionales que utilizan este tipo de palos en los circuitos profesionales.
- Wedges: Los palos que tienen una mayor inclinación se denominan “cuñas” -wedges en inglés-. Dentro de esta categoría existen varios tipos dependiendo del número de grados de inclinación de la cabeza, que se utilizan según se quiera salvar un bunker de arena, hacer que la bola pare de rodar, etc. Dentro de los wedge encontramos:
. Pitching wedge, con una inclinación de 45° a 48°.
. Gap wedge con una inclinación de 52°:
. Sand wedge con una inclinación de 56°:
. Lob wedge con una inclinación de 60°.
- Putter: También encontramos un último tipo de palo denominado putter, que se utiliza para empujar –o embocar- la bola dentro del green para el golpe final.
Aunque la clasificación de los palos es bastante sencilla, lo más complicado y difícil es saber aprovechar las características de cada palo y sacar el máximo rendimiento a cada uno de ellos. Se puede decir que el kit básico de todo golfista estaría formado por una madera 1, 2 y 5, un hierro del 3 o del 9, un pitching wedge, un sand wedge y un putter, aunque las reglas permiten llevar hasta de 14 palos.